lunes, 16 de enero de 2012

Mi viaje a Zamora

Tenía tiempo que no iba a Zamora, Michoacán. 

Y a raíz de que los ajedrecistas de esta ciudad se juntan a jugar el deporte-ciencia en la plaza comercial "Madero" todos los sábados, me animé a ir a jugar ajedrez con ellos.

Sin duda, las redes sociales son un elemento importante para saber la fecha y la hora exacta de cualquier actividad cuando es anunciada, así que de ahí supe a dónde presentarme, dado que Jorge Chess lo había publicado en su perfil del facebook.

Tomé mis dos cámaras fotográficas, algo de ropa por si la noche caía sobre mis espaldas y mi equipo de ajedrez y me enfilé rumbo a la ciudad harto conservadora en ideales políticos y religiosos. La cita del evento era a las cinco de la tarde, por lo que arribé en el autobús a las cuatro y media. Justo a tiempo. Un taxi me llevó al destino final.

Ya ahí, me reencontré con un amigo ajedrecista, Artemio Barragán de Cotija, con quien compartimos habitación en el Campeonato Nacional Abierto de Ajedrez 2011 en Toluca. El año pasado estuvieron también en el aposento del hotel Alejandro Waldo Zalapa y su hermano Flavio.

Lo que me gustó del lugar, es de que los torneos sabatinos se realizan en el pasillo de la plaza comercial, lo que permite que más personas se enteren del deporte-ciencia y tengan interés por aprenderlo. Las sillas y mesas pertenecen a la plaza y de esa forma no existe un gasto adicional de los ajedrecistas para jugar. Además, el lugar es relativamente céntrico.

Ajedrecistas en la plaza comercial "Madero" de la ciudad de Zamora.

Me gustó el torneo de ajedrez donde participé, no tanto por haber quedado en primer lugar, sino por la amabilidad y hospitalidad que me brindaron los ajedrecistas de Zamora, en especial Salvador Ruvalcaba. Platicamos del ajedrez político del momento y escuché lo que han hecho ellos por el deporte-ciencia en la ciudad de Zamora. Sin duda, algo muy positivo y un ejemplo a seguir.

Aproveché también la visita, para apreciar la belleza de la Catedral de Zamora (Santuario Guadalupano), de estilo neogótico y cuya construcción se inició en el año de 1898. El gótico es uno de los estilos arquitéctonicos que más me gusta. Mi gusto por la fotografía tenía que aprovecharlo para capturar imágenes de este santuario católico. Es domingo y me encuentro ante un símbolo de la cristiandad.

El Santuario Guadalupano de Zamora

Me interné en el templo y por supuesto que admiré los vitrales, la luz que se adentra en la oscuridad, penumbra que hace del silencio un lugar sagrado. La misa del domingo atrae a los fervientes católicos zamoranos, y quizás yo interrumpo las miradas porque yo solo me enfoco en los vitrales.

El interior principal de la Catedral Zamorana
Los vitrales son hermosos, y cuentan la historia de Jesucristo a través de las imágenes religiosas impregnadas en ellos. Mi viaje a Zamora fue fructífero. Pero aún así, recuerdo a una mujer que quise mucho y vive en estas tierras del Bajío, o quizás esté en otro lugar distante.






domingo, 8 de enero de 2012

Amarte será mi pasión

Miraré tus ojos en la profundidad de mi sueño,
Amaré cada palabra que digas, tu voz celestial,
Recordaré que la belleza eres tú, divinidad angelical,
Imaginaré que mi ser enamorado tú eres su dueña,
Navegaré en el tiempo en la búsqueda de tu cariño,
Amarte será mi pasión, mi mente, mi ser, mi amor.

Mi alma divaga por tus besos,
Amanece en el horizonte buscando
Recuerdos que guardar de tu existencia,
Imágenes que adorar en la eternidad,
Navíos que conduzcan a tu espíritu,
Anochece y mi alma no dormirá.

01 de junio 2011

viernes, 6 de enero de 2012

Las nubes de mis sueños

En la inmensidad de las nubes, algunos sueños se construyen en mi mente: volver a verte, en cada espacio infinito de mis vibraciones moleculares; mirar con mis ojos cristalinos la luz que emana tu figura en la sombra del arcoiris, en la llovizna de múltiples colores en las gotas que caen sobre mi cuerpo; acariciar tu manos suaves, y transportar tu energía por mi cuerpo que se desliza al abismo de la finura pasión de los sentidos humanos.

El viento las esparce por el horizonte. Desaparecen una a una, figuras bellas y grotescas se mezclan para huir del cielo que me cubre. Quedo solo ante el frío azul que se ríe de mi desgracia. La lejanía de las nubes, se tornan la esencia de la realidad. Lejos está de mí. Un confín distinto a mi realidad, a mi entorno, a los senderos que mis pies recorren una y otra vez sin llegar a destino nuevo y brillante. Las nubes se han ido de mi vista. Ella se encuentra lejos. Pude contemplarla a través de las nubes, pero como tales, inalcanzable se encuentra. Los sueños se quedan en mi mente, pero la agonía de la felicidad me hace recordar que sus ojos quizás hechizan otras miradas.

No hay nube que pueda ser el navío de mi ser, para alcanzarla, llegar a ella, abrazarla en la eternidad de mis caricias.

(27/06/2011)

miércoles, 4 de enero de 2012

La llevo en mi corazón

Enamorado estoy de esa mujer que antes me veía con unos ojos de ternura muchos años atrás. Verla de vuelta, después de un tiempo de ausencia, había cambiado su mirada.

Sus ojos y corazón son diferentes, esa alegría que irradiaba ante mi presencia se desvaneció. Ahora solo somos amigos, y sin embargo, aún busco en su alma esos sentimientos tan bellos, que han de estar ocultos ahí, reprimidos, aprisionados o temerosos de ser lastimados. Yo deseo recuperar esa alegría que sentía al verme, que no ocultaba a pesar de estar acompañada de sus amigos y, no sé cómo lograrlo. No encuentro palabras ni acciones. Poemas le he escrito y ninguna palabra de esperanza he recibido. ¿Por qué el tiempo se interpuso en el camino?

Al estar con ella me cohíbo y el silencio invade mis palabras. Además, no puedo evitar mirarla como a un ser celestial, porque simplemente es maravillosa, inteligente, con unos ojos preciosos. Deseo hincarme e implorarle, decirle cuánto la amo. No lo hago. El amor debe ser una intensa pasión recíproca, atracción pura, energía que fusione las almas en una dualidad de paz y felicidad. Quiero sentir esa esencia, encontrar el sendero que me conduzca a despertar su memoria emocional, para que florezca esos sentimientos que alguna sintió por mí.

La llevo en mi corazón, aunque nunca pueda tenerla en mis brazos, sentir sus labios y acariciar su piel.

Seguiré soñando que viajo con ella, a la orilla del mar, en el malecón de La Habana.

La Habana, enero 2011.

domingo, 1 de enero de 2012

Un buen ejemplo de mi amiguita

No basta el tamaño de la carga que hay que transportar. Simplemente hay que hacerlo. Seguir adelante y saber que todo esfuerzo conllevará siempre al éxito. Por difícil que sea el camino, es importante no darse por vencido. La vida es así, siempre llevaremos una carga importante de responsabilidades y hay que asumirla con decoro y orgullo.

Mi amiga la hormiga nos lo muestra con su ejemplo de vida.