Tristeza, coraje e impotencia este viernes sentí a las afueras de la Procuraduría de Justicia del Estado.
Conozco a cuatro muchachos que fueron detenidos en el operativo contra las Casas del Estudiante.
Ellos son buenos muchachos y siempre han sido estudiantes que destacan
en sus escuelas. Vienen de uno de los municipios más marginados de
Michoacán a estudiar y superarse.
Hoy son víctimas inocentes
de la manipulación política a la que siempre han estado sometidos los
movimientos estudiantiles de la Universidad Michoacana en épocas
recientes; fueron usados como carne de cañón para satisfacer intereses
de políticos.
Lo que me preocupa e indigna es lo que veo en los
medios de comunicación y en las redes sociales: la xenofobia y la
discriminación de clase hacia los estudiantes de la Universidad
Michoacana. de San Nicolás de Hidalgo.
La derecha política ha
salido a defender la actuación del gobierno del Estado, pero en ningún
momento ha pedido que se respeten los derechos de los menores de edad
detenidos y de los estudiantes, muchos de los cuales fueron golpeados
por los policías, entre ellos, uno de mis ex-alumnos.
No sé que
pase en los próximos días, pero ojalá la ciudadanía sepa que muchos de
esos estudiantes detenidos vienen de hogares humildes y son buenos
estudiantes, que no tienen malicia política y que son como sus padres,
gente de buen caracter, trabajadores, hospitalarios y honestos.
domingo, 29 de abril de 2012
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