Tenía tiempo que no iba a Zamora, Michoacán.
Y a raíz de que los ajedrecistas de esta ciudad se juntan a jugar el deporte-ciencia en la plaza comercial "Madero" todos los sábados, me animé a ir a jugar ajedrez con ellos.
Sin duda, las redes sociales son un elemento importante para saber la fecha y la hora exacta de cualquier actividad cuando es anunciada, así que de ahí supe a dónde presentarme, dado que Jorge Chess lo había publicado en su perfil del facebook.
Tomé mis dos cámaras fotográficas, algo de ropa por si la noche caía sobre mis espaldas y mi equipo de ajedrez y me enfilé rumbo a la ciudad harto conservadora en ideales políticos y religiosos. La cita del evento era a las cinco de la tarde, por lo que arribé en el autobús a las cuatro y media. Justo a tiempo. Un taxi me llevó al destino final.
Ya ahí, me reencontré con un amigo ajedrecista, Artemio Barragán de Cotija, con quien compartimos habitación en el Campeonato Nacional Abierto de Ajedrez 2011 en Toluca. El año pasado estuvieron también en el aposento del hotel Alejandro Waldo Zalapa y su hermano Flavio.
Lo que me gustó del lugar, es de que los torneos sabatinos se realizan en el pasillo de la plaza comercial, lo que permite que más personas se enteren del deporte-ciencia y tengan interés por aprenderlo. Las sillas y mesas pertenecen a la plaza y de esa forma no existe un gasto adicional de los ajedrecistas para jugar. Además, el lugar es relativamente céntrico.
Ajedrecistas en la plaza comercial "Madero" de la ciudad de Zamora. |
Me gustó el torneo de ajedrez donde participé, no tanto por haber quedado en primer lugar, sino por la amabilidad y hospitalidad que me brindaron los ajedrecistas de Zamora, en especial Salvador Ruvalcaba. Platicamos del ajedrez político del momento y escuché lo que han hecho ellos por el deporte-ciencia en la ciudad de Zamora. Sin duda, algo muy positivo y un ejemplo a seguir.
Aproveché también la visita, para apreciar la belleza de la Catedral de Zamora (Santuario Guadalupano), de estilo neogótico y cuya construcción se inició en el año de 1898. El gótico es uno de los estilos arquitéctonicos que más me gusta. Mi gusto por la fotografía tenía que aprovecharlo para capturar imágenes de este santuario católico. Es domingo y me encuentro ante un símbolo de la cristiandad.
El Santuario Guadalupano de Zamora |
Me interné en el templo y por supuesto que admiré los vitrales, la luz que se adentra en la oscuridad, penumbra que hace del silencio un lugar sagrado. La misa del domingo atrae a los fervientes católicos zamoranos, y quizás yo interrumpo las miradas porque yo solo me enfoco en los vitrales.
El interior principal de la Catedral Zamorana |
Los vitrales son hermosos, y cuentan la historia de Jesucristo a través de las imágenes religiosas impregnadas en ellos. Mi viaje a Zamora fue fructífero. Pero aún así, recuerdo a una mujer que quise mucho y vive en estas tierras del Bajío, o quizás esté en otro lugar distante.