El Palacio Municipal de Guadalajara, sede de la Copa Guadalajara de Ajedrez 2010.
La primera derrota, fue producto de una emoción tremenda, al considerar que ganaba peón y calidad. La muchachita sinaloense empezó a perder tiempos y eso lo aproveché para amenazar su torre con mi dama. Su dama salió a protegerla, pero vi un fuerte ataque con mis dos alfiles que iba a usar para atacar la dama y quitarla de la columna donde protegía a la torre. Fue tanta mi alegría con los cálculos, que olvidé por completo a mi rey. Tomé el alfil y comí su peón al tiempo que amenazaba a su dama. Su dama al quitarse de la columna, me dejaba gratis su torre. Sabía que comería mi alfil y con ello obtendría calidad de ventaja. Al momento de soltar mi alfil, vi con horror que el alfil estaba en la diagonal de mi rey, y su dama al tomar mi pieza daba jaque al rey. Me rendí de inmediato. Una pésima jugada y sobre todo, olvidé observar una parte del tablero. Lamentablemente no hay categoría de aficionados, porque ahí es donde debo jugar. La cuarta fuerza está ya muy difícil para mí.
La segunda partida, mi mente estuvo errabunda por completo. Me faltó calcular una posición. ¿Cómo es posible que el rival no haya considerado mover su dama en alguna de las dos casillas donde estuve analizando? ¿por qué movió su dama en donde nunca puse mi mirada? Ni modo, su movimiento fue posicionalmente fuerte y decidió el rumbo de la partida.
Este torneo me ha enseñado que hay variantes de la Caro-Kann que no he estudiado ni por error, y que me pusieron en serios aprietos en la primera y tercera ronda. La primera la gané por un grave error reglamentario de mi contrincante y la otra perdí como he narrado.
Y para colmo de males, la mala iluminación del salón del H. Ayuntamiento, no ha permitido que mi cámara fotográfica capture buenas imágenes de los ajedrecistas. Así como en el ajedrez, en la lente también soy un aficionado, y no muy bueno, por cierto. No he podido controlar la cantidad de luz que entra por la lente. Y perdí mucho más de la mitad de las tomas que hice.
Este sábado, he aprendido varias lecciones, y todo me indica que debo de practicar más, con el ajedrez y con la cámara en espacios con poca luz. Sin embargo, sé que soy aficionado, y que poco a poco, iré mejorando, con estusiasmo y disciplina.
Parte alta de la Catedral de Guadalajara.
Me gusta como manejas la narrativa, se nota que tienes bastante experiencia y conocimientos de diferentes gèneros literarios, no dejes de escribir porque hay personas, como yo, que les gusta leer.
ResponderEliminarAtte: Tarzy...
Càmara Nikkon?
ResponderEliminarAy, Goool...