Conozco a cuatro muchachos que fueron detenidos en el operativo
contra las Casas del Estudiante de la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo (UMSNH) la madrugada del sábado 28 de abril.
Ellos son buenos muchachos y siempre han sido estudiantes que
destacan en sus escuelas. Vienen de uno de los municipios más marginados
de Michoacán a estudiar y superarse. Son ejemplo a seguir por parte de
los alumnos de la telesecundaria que sueñan con ser “alguien en la
vida”. Qué mejor que estén en las aulas y no en la vorágine de la
violencia que se vive en Tierra Caliente.
Hoy son víctimas inocentes de la manipulación política a la que
siempre han estado sometidos los movimientos estudiantiles de la UMSNH
en épocas recientes; fueron usados como carne de cañón para satisfacer
intereses de políticos. Se sabe que año con año, se genera un movimiento
de aspirantes y rechazados que aspiran a ingresar a la Universidad y
que ahora en vez de seguir con el diálogo, se recurrió a criminalizar a
dos centenares de estudiantes cuando los que realizaron los actos
vandálicos fueron mucho menos de 10 personas. Para nadie es un secreto
que algunos líderes estudiantiles siempre han estado al servicio de los
cuerpos de seguridad y espionaje de los gobiernos y que en el futuro se
convierten en funcionarios públicos. Los ejemplos y casos concretos
sobran y son harto conocidos.
El asunto de fondo en el conflicto de los aspirantes, sigue siendo el
nulo interés del gobierno por aumentar la cobertura en la Facultad de
Medicina, entre otras licenciaturas que tienen fuerte demanda. En México
tenemos menos médicos por cada mil habitantes que países como Cuba (6.4
por 2.89 de México), Georgia, Kazajistán, Uruguay, Líbano, Corea del
Norte, Argentina y países desarrollados como Rusia, Italia, Noruega,
Suecia, Suiza, Holanda, Islandia, Portugal, España, Suecia, Dinamarca,
Francia y Alemania, por mencionar algunos. Si deseamos como país ir
resolviendo las desigualdades sociales y el bajo nivel de desarrollo, y
en especial en cuanto al déficit en la atención a la salud de los
mexicanos, es urgente que existan más profesionales de la salud. Es
lamentable que más de 60 millones de mexicanos carezcan de seguridad
social.
Lo que me preocupa e indigna en este conflicto estudiantil, es lo se
está generando entre los morelianos, en los medios de comunicación y en
las redes sociales del internet: la xenofobia y la discriminación de
clase hacia los estudiantes de la Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo. Las críticas no se enfocan al análisis de los problemas de
fondo, sino en su lugar de origen de los muchachos, su posición social y
en tratarlos como los peores delincuentes que existen en la sociedad.
Las críticas que alguna vez han recibido los extorsionadores, los
defraudadores, los violadores, los asesinos de mujeres y los genocidas,
no se comparan con el altísimo nivel de odio y linchamiento mediático
que hoy están sufriendo estos nicolaitas.
La derecha política, el mismo sábado, salió a defender la actuación
del gobierno del Estado, pero en ningún momento pidió que se respetaran
los derechos de los menores de edad detenidos y de los estudiantes,
muchos de los cuales fueron golpeados por los policías, entre ellos, uno
de mis ex-alumnos. La izquierda electoral guardó silencio. Muchos de
los estudiantes detenidos fueron sacados en la madrugada cuando se
encontraban dormidos en sus habitaciones. Baste ver los vídeos que
circulan en la red, donde se observa la ropa que usaban en ese momento.
No sé que pase en los próximos días con las Casas del Estudiante,
pero ojalá la ciudadanía sepa que muchos de esos alumnos detenidos
vienen de hogares humildes y son buenos estudiantes, que no tienen
malicia política y que son como sus padres, gente de buen caracter,
trabajadores, hospitalarios y honestos. Que sepan que muchos jóvenes
vienen a superarse académicamente desde sus comunidades donde hay
pobreza, marginación, falta de oportunidades de empleo, escasez de
servicios básicos. Que comprendan que la Universidad Michoacana ha sido
una institución educativa que ha ayudado demasiado en la movilidad
social en sus décadas de existencia, que ha aportado a la sociedad con
destacados profesionistas, muchos de los cuales han egresado de los
albergues estudiantiles.
Si queremos que nuestro país, desgarrado por la violencia de los
grupos delincuenciales, se encamine a una sociedad donde exista la paz y
la justicia social, es urgente arrancarle al desempleo y a la
delincuencia organizada la mayor cantidad de jóvenes, y eso únicamente
lo haremos si amplíamos las oportunidades educativas para ellos.
------------------------------------------Foto de algún medio informativo de Michoacán, la cual circula en la internet. |
Artículo publicado originalmente en:
http://www.grupocronicasrevista.org/2012/04/29/xenofobia-y-la-discriminacion-de-clase-hacia-los-estudiantes-de-la-umsnhalonso-medina-miravete/